Hace unas semanas el propio Tony Clarkin anunciaba que debía suspender la gira de su nuevo disco, programada para 2024, debido a una enfermedad que afectaba a su columna espinal, y que limitaba su capacidad en los escenarios.
Recibí la noticia con pesar, con la mente puesta en el cruel paso del tiempo. Por desgracia, la situación era más dramática de lo que parecía en aquel momento.
El pasado día 7 de enero fallecía Tony Clarkin. Lo hizo en compañía de sus hijas, las que un par de días más tarde anunciaban al mundo la trágica noticia con un afectuoso mensaje.
Es ley de vida, y por desgracia, aquellos jóvenes que nos transmitieron ya hace más de 40 años la pasión por el Rock y el Metal nos van dejando. Poco a poco, como se abandona una fiesta conforme avanza la noche.
Sentí especialmente la muerte de Clarkin y pensé en dedicarle unas palabras por aquí.
Tony Clarkin
Tony Clarkin nació en Birmingham en 1946, recién terminada la segunda gran guerra, en una ciudad que muchos consideran la cuna del Metal. Aunque sus gustos musicales derivarían hacia un terreno mucho más ligero. Dejó los estudios para formarse como peluquero, pero pronto abandonó su formación para dedicarse a la música, a la que ha permanecido fiel hasta su fallecimiento con 77 años.
Reservado, poco sabemos de él aparte de su pasión por la música y los animales. Eso sí, muy atento con los fans, y muy accesible, y siempre con los pies en la tierra, a pesar del impacto que su música ha tenido en tanta gente a lo largo de todos estos años.
Poco expresivo, sus facciones siempre ocultas tras su perilla y sus gafas de sol. Durante los 3 shows a los que he asistido nunca le he visto esbozar una sonrisa. Como si tocar en directo fuera un trámite necesario para poder vivir de la música.
Dejo esta entrevista en la que responde a algunas cuestiones interesantes, pero, sobre todo, te acerca más a la persona.
Primeros años
Consta que su primera banda fueron The Boulevards, en la que tocaba con amigos del colegio. En 1972 nació Magnum, una banda que amenizaba las noches en un pub de Birmingham. Acompañado desde un primer momento por el entrañable Bob Catley. La banda creció poco a poco, así como su repertorio de canciones, lo que les permitió girar con Judas en 1977, sin tener aún un disco publicado en el mercado.
De esta primera época me quedo con la anécdota de cuando fue contratado por el productor Kim Holmes para la construcción de un estudio de grabación, lo hizo con la condición de que fuera pagado en tiempo de grabación.
Sus primeros discos
En 1978 Jet Records patrocinó la publicación de Kingdom of Madness. Luego siguieron Magnum II, Chase the Dragon, The Eleventh Hour y On a Storyteller’s Night, en 1985, con el que se cerró la primera etapa de Magnum. Entonces no los conocía, aunque sí escuchaba a la ELO, entre cuyos miembros se encontraba el bajista Dave Morgan, quien había formado parte de Magnum durante los primeros años de la banda.
Lo primero que escuché de ellos fue Mirador, recuerdo ver esa portada en el Discoplay de algún mes de 1987, y pedir el disco a la antigua usanza, sin saber bien qué me iba a encontrar, pero con la garantía de que jamás me cansaría de contemplar esa portada absolutamente espectacular. Y así ha sido.
Más tarde, cuando me enteré de que se trataba de un recopilatorio, sufrí una pequeña decepción, pero de primeras, cuando escuché aquel disco, me voló la cabeza. Empezaba con Just Like an Arrow…
Éxito y ruptura
En 1986 se publicó Vigilante, iniciando una época en la que el sonido de la banda era más… no diría comercial… pero sí más abierto a otros gustos musicales. Y la banda realmente llegó a mucha más gente. Eran los tiempos en los que nació el Power Metal y empezaron a proliferar también los géneros extremos, principalmente el Thrash, y a pesar de todo recuerdo escuchar mucho la frase (que he seguido escuchando hasta nuestros días) de que Magnum eran una de las bandas más infravaloradas del género.
Magnum sobrevivió al endurecimiento de las propuestas ligadas al Metal, pero no sobrevivió al apocalipsis Grunge de los 90s, y la banda se diluyó quedando Hard Rain y los buenísimos proyectos en solitario de Catley.
A Vigilante le siguieron Wings of Heaven, Goodnight L.A. y Sleepwalking. Cerrando la que en mi opinión fue la segunda gran época de la banda.
Últimos años
Tony Clarkin y Bob Catley retomaron Magnum en 2001. La verdad es que le perdí un poco la pista a la banda durante la primera década del nuevo siglo. Eran los tiempos de los Stratovarius, los Hammerfall, los Rhapsody, y el Power Metal en general. No fue hasta que un gran amigo me recomendó On the 13th Day, increíble disco, que volví al redil después de todos esos años. Entonces se inició para mí la tercera y última etapa de la banda.
Cada dos años esperaba el nuevo disco de los británicos y sabía que como poco me iba a encontrar un gran tema que cubriría con creces todas mis expectativas. Didn’t Like You Anyway, Falling for the Big Plan, Your Dreams Won’t Die, Lost on the Road to Eternity, Crimson On The White Sand, I Won’t Let You Down, …, y así hasta el recientemente publicado Here Comes the Rain, con temazos como el corte de apertura Run into the Shadows.
Os dejo aquí un par de temas más, y cierro este pequeño repaso a la vida y obra del gran Tony Clarkin.