La banda inglesa Battle Born vuelve a la carga con Blood, Fire, Magic and Steel, publicado el pasado viernes 12 de mayo a través de Prosthetic Records. Hum… mosquis… Blood, Fire, Steel, eso suena muy bien, ¿quieres saber qué tal es?
¡Síganme los buenos!
Blood, Fire, Magic And Steel
Blood, Fire, Magic And Steel es su primer “larga duración” tras el EP autotitulado con el que debutaron en el mercado allá por 2020. Los que tengan buena memoria recordarán que fue elegido entonces disco de la semana por esta-nuestra Comunidad, y a mí la verdad que el disco me flipó muchísimo. Aquí dejo el enlace al post, breve, pero claro cristalino de lo que había.
Pero, ¿y este qué? ¿Tenemos más tocino de cielo? Bueno, dejadme que os explique.
El tema Wind Caller, con el que abre el disco, es contundente, y la emoción de reencontrarme con la banda es casi de llorar. Luego, llega Dragon Heart, donde desde el inicio empiezo a notar ciertos elementos que yo no recordaba de su EP en 2020. Pero, deben ser imaginaciones mías, con el title track Blood and Fire volvemos a lo bueno, y esas campanas épicas, ¡temazo!
El bluf
Todavía enjugándome las lágrimas de felicidad empieza Power Force… aymarre, pero, ¿¡qué seto!? ¿¿¿¡¡¡QUÉ SETOOOOOOOOOOOO!!!???
En serio, ¿esto es “autotune”? Pero, ¡¡¡QUÉ CLASE DE PUÑALADA TRAPERA ES ESTA!!! Electrónica, autotune, voces robóticas, DIO mío, que estás a las puertas del infierno dándonos la bienvenida, ¿¿¿¡¡¡QUÉ SETOOOOOOOOO!!!???
¿Dónde está ese Power Clásico, puro, contundente, que yo recordaba? ¿Dónde está ese sonido “Manowaresco”? ¿Cómo hemos llegado a este sonido “BeastInBlackeresco”, casi “Gloryhammeresco”? ¡Me cago en to lo que se menea!
Ya me escamaba a mí ese “Magic” infiltrado entre Blood, Fire and Steel…
Mi primer pensamiento fue “estos se van a enterar”, nunca doy caña en mis comentarios, pero estos van a ser los primeros, ¿¿¿QUIEREN MAGIA??? ¡¡¡ESTOS VAN A TENER MAGIA!!!
Battle Born
De lo primero que hice cuando escuché el cambio en el sonido fue venir a ver si se habían producido nuevas incorporaciones, si algún Teletubbie había reemplazado al guitarra o el baterista le había pedido a Ulrich samples del St. Anger. Pero no, la banda se mantiene desde el principio, y está formada por Jack Reynolds a las vocales, Will Kerr a las guitarras e instrumentación, Tom O’Dell rítmica, Chris Beattie al bajo, y Charles Lamacraft-Perrett a las baquetas.
La reconciliación
Pero el disco seguía, y yo lo que nunca suelo hacer es dejar a medias un disco que ya he empezado. Y menos una banda como Battle Born, que tanto me dio con su primer trabajo. Llega pronto una balada a mitad del disco, The Endless Grey, pero está muy MUY bien. Fire Storm es otro cañonazo.
La verdad, hay un pequeño giro en el sonido, más electrónica y más soporte de teclado, pero tras varias escuchas y viéndolo en perspectiva, y sabiendo el éxito que estos elementos están proporcionando a las bandas que lo integran con criterio… la verdad, no les puedo reprochar nada. Nunca puedes reprochar nada realmente, cada artista es libre de hacer lo que quiera, pero realmente el cambio, aunque inesperado, me ha convencido.
Y otro tema que marca esta “relajación” y el acercamiento al Metal Melódico es Meridia, pero es un tema alucinante, con un eco en los teclados que se te queda grabado a fuego en el cerebro.
Cerrando…
Se acerca el final con Ride North for Winterhold, otro pepinazo Power, épico y melódico a partes iguales, y con un solo de teclados, respaldado por supuesto con guitarras, y una batería que es una auténtica apisonadora.
Y cierre con Sky Guard You, para el que no me salen los comentarios: solo decir que por el momento en el que llega, por la forma en la que me ha llegado, por esta montaña rusa que ha sido este disco, ha sido una de mis mejores experiencias en lo que llevamos este año, y, por supuesto, me parece una forma fantástica de cerrar.
Pienso que es candidato a disco del año en su categoría, si opinas igual puedes pasarte por la página en Face y votar por él. Y si quieres saber de otras novedades recientes, aquí tienes el último de Burning Witches, que me ha volado la cabeza, o el grandísimo último disco de Elvenking, otra banda que no defrauda, o el más reciente, que publiqué esta misma semana, la resurrección de Angus McSix.